La España Vaciada no se conforma con salir en los informativos únicamente por la galopante despoblación que sufren sus municipios o por la flagrante falta de servicios que padecen sus habitantes. Esta parte del país ha tomado la iniciativa y muchas de sus localidades se han colocado en la vanguardia social, literaria y cultural, impulsando iniciativas de la más diversa índole. Una muestra de ello se ha producido estos días en Campillo de Ranas, donde se ha organizado el primer otoño de poesía y música, que ha tenido lugar el 12 y 13 de noviembre en la plaza del reloj del referido enclave arriacense.
“El nivel poético y musical ha sido excelente”, confirma Fernando Barbero, uno de los responsables de la propuesta. “Las personas que asistieron a la misma expresaron su felicidad al haber tenido la suerte de venir. Ha hecho bastante frío (al fin y al cabo, es la sierra), pero quien participó en el evento no se levantó de la silla en ningún momento”.
No en vano, durante el primer otoño de poesía y música se tuvo la oportunidad de escuchar a las intervenciones de diversos creadores de primer nivel, como Mariángeles Maeso, Matías Escalera, Andrés Izu o Carlos Ávila. También se previó un micrófono abierto el sábado, 13 de noviembre, en el que literatos voluntarios realizaron lecturas libres. Incluso, se pudieron escuchar temas de cantautores. ¡Todo un lujo al alcance todos!
Entre las voces que se pudieron escuchar durante la propuesta se encontró la de la Fernando Barbero, uno de los organizadores del evento. Este escritor es autor, entre otras obras, de «Bosques, Montañas y Gente», un poemario ilustrado protagonizado por haikus y tankas. Además, el diseño y maquetación de la obra ha corrido a cargo de Pablo Richi, mientras que los dibujos han sido realizados por Noemí Gómez Posada, dos reconocidos profesionales en la materia.
A lo largo de un centenar de páginas se combinan a la perfección el color y la letra, los viajes del autor con la tradición literaria oriental. “Los haikus y tankas son formas poéticas muy atractivas para personas intelectualmente curiosas. Si la poesía, en general, es el fulgor, la chispa, el resplandor, estas breves construcciones son la serena descarga, el instante”, asegura Fernando Barbero. “Este arte no es algo inamovible. Se transforma cuando, saliendo de Japón, se introduce en Occidente”.
“El libro recoge la tradición poética oriental, pero filtrada por el Mediterráneo”, asegura el creador. “Los haikus y tankas tienen una gran belleza. Es una poesía sutil. Se alza como un resplandor, como un fulgor”. Además, este trabajo se ve acompañado por la maestría compositiva de Noemí Gómez Posada, encargada de realizar las combinaciones cromáticas incluidas en la obra. “Como lector, siempre me han gustado los libros ilustrados. Pienso que los mismos, como objetos de arte, se retroalimentan perfectamente con el texto”, confirma Fernando Barbero.
Así, Gómez Posada “ha aprehendido este poemario, lo ha hecho suyo, lo ha absorbido magistralmente y lo ha regurgitado en colores”, explican desde «Océano Atlántico Editores». Por ello, “no se nos ocurre mejor compañía para estos versos que los trabajos realizados por Noemí. Una magnífica labor que, además, se ha visto completada por el diseño editorial de Pablo Richi. “La forma que este profesional entiende y capta la esencia de los trabajos de Gómez Posada y el mío propio obedece a varios factores que –excepcionalmente– se han unido en su persona. Me refiero a su amor a la poesía y al arte”, confirma Barbero.